En 1989 regresa a Ibiza, realizando múltiples trabajos, donde pone de manifiesto su polifacética creatividad, destacando decoraciones en bares de moda, carteles y diseños gráficos para diversas empresas.
Por esta época comienza su colaboración con la discoteca » Es Paradís», en la que realiza multitud de carteles, así como distintos trabajos de dirección artística y publicitaria, que se prolongaron durante casi dos décadas.
A partir de la década de los 90’s despliega una gran actividad como retratista, coincidiendo con el nacimiento de sus dos hijos, África y Carlos, destacando como uno de los mejores y más prolíficos retratistas del momento.
En 1996 pinta los techos del ristorante «Il Vaticano» de Sant Antoni, con una recreación de la «Capilla Sixtina» de Miguel Ángel.